AMO NUEVA YORK

Por Sergio Neuman-Bustamante 

Siempre he amado Nueva York, desde pequeño era mi sueño poder recorrer sus calles, ver todas las locaciones de películas, sentir la energía de este lugar donde los sueños se hacen realidad. La primera vez que vine fue en septiembre del 2019, por la semana de la moda, para mi como fotógrafo y consumidor de moda, fue una sensación única, lo primero que hice fue obviamente conocer los lugares icónicos, cosa que para los neoyorquinos ya no tiene gracias y hasta les parece un poco «Tacky».

Nueva York es como una droga y necesitaba más, regresé a Chile con la promesa de volver. Así fue como viaje en agosto del año pasado, ya había pasado lo peor de la pandemia, aún era verano y en las calles se respiraba un aire de «normalidad», en comparación a Chile, en que entrábamos y salíamos de fases en cuarentena cada semana. Esta vez había mucha menos gente, casi no encontrabas un turista, los museos y teatros cerrados. Pero no necesitas un Met Gala para ver moda, basta con que camines por Manhattan, o te sientes un sábado por la tarde en el Café Select en el Soho, con una mimosa en la mano, para que comiencen los mejores desfiles del streetstyle. 

Mucho he oído, que la ciudad está dormida, que no es lo que era antes y no pude dejar de preguntarme si están mirándola de manera superficial?. Porque yo sigo sintiendo la misma energía de la primera vez, donde todavía creo que los sueños se pueden cumplir, tal vez mucha exposición a Sex and the City me hace imposible sentir que la ciudad perdió su encanto.

Mientras caminaba con Carrie Dragshaw, a quien tuve la suerte de entrevistar para este mismo blog, me decía que Nueva York siempre será Nueva York, incluso en pandemia, donde cada día es una oportunidad para aprovechar y descubrir algo nuevo.

Me mudé a Brooklyn, reencontrándome con el arte underground. En Bushwick conocí artistas alucinantes, bailarines, actores, dibujantes, músicos y fotógrafos como yo, de los cuales aprendí muchísimo. Me di cuenta que puedo vivir aquí, que pertenezco y que sólo hay que saber mirar, si quieres bailar por ejemplo, en Fort Greene, todos los viernes por la tarde, habían fiestas callejeras, donde podías bailar hasta el amanecer.

La ciudad no está dormida, sólo está siendo precavida. Porque los sueños no duermen, y el amor no duerme, si quieres verlo:  Toma una citibike y cruza a toda velocidad el puente Williamsburg hacia Manhattan, con esa hermosa vista del skyline desde la altura, escuchando  «All Dressed in Love» de Jennifer Hudson, entonces sientes algo que late dentro de ti, es el amor por esta ciudad que vibra y no es un amor simple, es un amor complejo, eléctrico, que recorre hasta la última fibra de tu ser. Un amor que puede hacer que te sientas invencible o invisible al mismo tiempo y te empuja a dar siempre lo mejor de ti.

Nueva York no está dormida, la fiesta no se acabó, los sueños y el amor aún están ahí, para los que saben mirar.

Inspirado en I love New York de Vogue.