«Penal Cordillera»: El film que repasa los últimos días del extinto penal que albergó a los criminales más grandes de la dictadura de Pinochet
“Penal Cordillera”, es la ópera prima del cineasta Felipe Carmona. La cinta ya comenzó su debut en festivales internacionales como BFI London Film, San Sebastián, el festival de Huelva en España, y a fin de este mes estará presente en el Marrakech International Film Festival, donde ya se anuncian invitados estelares como el aclamado director, Martin Scorsese. El estreno oficial en nuestro país será este próximo 23 de noviembre.
Con un gran elenco encabezado por Andrew Bargsted, Bastián Bodenhöfer, Mauricio Pesutić, Alejandro Trejo y Óscar Hernández, entre otros, co-producida entre Chile y Brasil nos sitúa 40 años después del golpe de Estado, donde los cinco hombres más crueles de la dictadura de Pinochet cumplen condena en una lujosa cárcel como si estuviesen en un hotel con sus sentencias en la maleta, de vacaciones, disfrutando de tv cable, teléfono, cancha de tenis, área para asados, piscina, gimnasio, jardines. Todo cambiará cuando uno de ellos conceda una polémica entrevista a la televisión.
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El director Felipe Carmona comenta que si bien la historia se basa en un episodio real, «reproduce una coyuntura que define a la sociedad chilena: la profunda desigualdad social, y cómo la élite del país ha mantenido y defendido sus privilegios a cualquier costo».
Creado el año 2004, el Penal Cordillera se dijo que era una forma de ”descomprimir” Punta Peuco de condenados por violaciones a los Derechos Humanos. Así, este antiguo centro de vacaciones, ubicado en Peñalolén, fue adaptado para estos particulares reos, siempre vigilados por gendarmes que parecían más que guardias, sus empleados. Aquello hasta que poco más de una década después, bajo el marco de la conmemoración de los 40 años del golpe militar (2013) el gobierno del entonces presidente Sebastián Piñera tomó la decisión de cerrar el exclusivo penal.
Los cinco torturadores más crueles de la dictadura de Pinochet cumplen condenas de varios siglos en una lujosa cárcel a los pies de los Andes. Cuando un equipo de televisión entrevista en septiembre del 2013 a uno de los internos, Manuel (Mamo) Contreras (creador y director de la DINA). Sus declaraciones tienen un impacto insospechado. Ante el temor de que los trasladen a una cárcel común, los militares harán todo lo posible por mantenerse en el lugar, desatando el delirio y la violencia en medio de las montañas.
La cinta escarba en las luces y sombras de sus personajes para descubrir el monstruo que se encuentra en nosotros, y como habitamos ese espacio de monstruosidad. “Escribir y fabular acerca de esta realidad bestial, enfrentarse a estos personajes de esta película fue abrir en mí, un espacio brutal, pero a la vez inconmensurable, de humanidad, pues da voz no solo a las víctimas, sino que también a los asesinos y a sus cómplices», señala Carmona. Desde este 23 de noviembre “Penal Cordillera” se estrena en salas.
Conversamos con uno de sus protagonistas Andrew Bargsted.
¿Cómo fue la experiencia de grabar la película?
Excelente, dura a ratos también. Siempre es difícil revisitar momentos históricos que representan heridas aún abiertas en nuestro país. Sin embargo, en sí mismo, el rodaje fue muy estimulante. Felipe generó las condiciones precisas para crear un ambiente muy creativo, sutil y horizontal. Se generó un muy buen grupo, y personalmente, me sentí muy positivamente desafiado al interpretar a Navarrete.
¿Cuál es tu personaje y cómo fue la construcción de este?
Mi personaje es Navarrete, un gendarme que trabaja en el penal y que se empieza acercar a los generales. Es un personaje súper silencioso, y que se contienen en él muchas capas superpuestas. En ese sentido, trabajamos mucho la mirada, la presencia y el misterio. Es un personaje complejo y eso fue lo que me cautivó. Creo que es muy humano y en esa humanidad se representa también al país, Chile, sus ciudadanos y sus contradicciones.
¿Por qué la gente no se puede perder Penal Cordillera?
Les invito a ver Penal Cordillera porque es una película que rememora un hecho reciente de nuestro país, que pone en evidencia el legado de impunidad y violencia que sigue latente hasta hoy, y porque busca hacerlo a través de un lenguaje cinematográfico arriesgado, ecléctico y lleno de matices.
Así que todas y todos muy invitados a verla en las salas, sobretodo el primer fin de semana es vital para su permanencia en cartelera.
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